Vacuna Anticonceptiva:
La primera vacuna anticonceptiva para elefantes africanos ha sido
ensayada con éxito, y con ella los naturalistas tienen un nuevo medio
para controlar la población del más grande animal terrestre.
Aunque
el elefante africano está en peligro de extinción, la sobrerreproducción
es un problema en los parques y refugios, donde el exceso de población
reduce la vegetación y los animales se vuelven delgados y enfermizos.
Los
naturalistas prefieren manadas más pequeñas y sanas, pero hasta ahora
el único remedio consistía en cazar a los elefantes o desplazarlos.
Los
investigadores dispararon a las hembras con dardos cargados de vacuna
en Sudáfrica.A la primera vacuna siguieron dosis de refuerzo a las seis
semanas y a los seis meses.
Realizado el control un año después de la
vacunación inicial, el 44% estaban embarazadas, mientras el 89% en un
grupo de control al que se suministró un placebo estaban preñadas.
Las
drogas de control de la naralidad han reducido los embarazos en un 70%
entre los elefantes del Parque Nacional Kruger de Sudáfrica.
Los
anticonceptivos no provocaron la conducta antisocial observada en las
hembras a las que se les implantó artefactos.El efecto de la vacuna es
reversible.
Los resultados de los ensayos aparecen en la revista científica Nature.
martes, 15 de diciembre de 2015
miércoles, 9 de diciembre de 2015
Alimentación de los elefantes
Todos los elefantes son herbívoros, lo que significa que consumen sólo vida vegetal, la consumirán dondequiera que vayan
Frutas
Debido a su gran tamaño, pueden conseguir alimentos
hasta de las zonas altas de los árboles. Incluso pueden usar la trompa
para llegar a las frutas que crecen donde otros tipos de animales
simplemente no puede llegar
Tienen que consumir mucha agua, esto se hace a través de la trompa.
Pueden consumir hasta 15 litros de agua de una vez aunque en ciertas
partes del año es difícil para ellos encontrar esa cantidad de agua
Frutas

Agua

Elefantes africanos
LOS ELEFANTES AFRICANOS
Las orejas de los elefantes irradian calor para ayudar a refrescar a estos enormes animales, aunque a veces el calor africano es demasiado para ellos. A los elefantes les encanta el agua, y disfrutan duchándose. Para ello, absorben agua con la trompa y se la rocían encima. Después suelen cubrirse la piel con una capa protectora de polvo.
La trompa del elefante en realidad es una larguísima nariz que sirve para oler, respirar, barritar, beber y agarrar cosas, especialmente las que se pueden comer. Solo en la trompa tienen unos 100.000 músculos diferentes. Los elefantes africanos tienen dos protuberancias parecidas a dedos en el extremo de la trompa que les permiten agarrar objetos pequeños. (Los elefantes asiáticos tienen una.)
Tanto los machos como las hembras tienen colmillos, con los que cavan en busca de agua y comida, y también los usan para arrancar la corteza de los árboles. Los machos usan los colmillos para luchar entre sí, pero el marfil también ha atraído una violencia mucho más peligrosa.
Como el marfil es tan valioso para algunos humanos, muchos elefantes han sido abatidos para quitarles los colmillos. En la actualidad este comercio es ilegal, pero no ha desaparecido del todo, y algunas poblaciones de elefantes africanos siguen en peligro.
Los elefantes comen raíces, hierba, fruta y corteza, y lo hacen en grandes cantidades. Un elefante adulto puede consumir hasta 135 kilogramos de comida en un solo día.
Estos voraces animales no duermen mucho, y recorren grandes distancias en busca de las enormes cantidades de comida que necesitan para sustentar sus ingentes cuerpos.
Las hembras viven en manadas familiares con sus crías, mientras que los machos suelen vagar en solitario.
Tener un bebé elefante es un compromiso muy serio. El embarazo de las elefantas dura más que el del resto de mamíferos, casi 22 meses. Las elefantas suelen dar a luz una cría cada dos o cuatro años. Al nacer, los elefantes ya pesan unos 90 kilogramos y miden un metro de alto.
Los elefantes africanos, al contrario que sus parientes asiáticos, no se domestican con facilidad.

Elefantes asiáticos
ELEFANTES ASIÁTICOS
El elefante es el animal terrestre más grande del planeta, aunque el
elefante asiático es ligeramente más pequeño que su primo africano. Se
puede identificar al elefante asiático por sus orejas, que son redondas y
más pequeñas. (La forma de las orejas de los elefantes africanos
recuerda al continente africano.)
Las orejas de los elefantes irradian calor para ayudar a refrescar a estos enormes animales, aunque a veces no es suficiente. A los elefantes les encanta el agua, y disfrutan duchándose. Para ello, absorben agua con la trompa y se la rocían encima.
La trompa del elefante en realidad es una larguísima nariz multiusos: sirve para oler, respirar, barritar, beber y agarrar cosas, especialmente las que se pueden comer. Solo en la trompa tienen unos 100.000 músculos diferentes. Los elefantes asiáticos tienen una protuberancia parecida a un dedo en el extremo de la trompa que les permite agarrar objetos pequeños. (Los elefantes africanos tienen dos.)
Los elefantes usan los colmillos para cavar en busca de raíces y agua, arrancar la corteza de los árboles e incluso luchar entre ellos. Por desgracia, su marfil les ha dado muchos problemas. Al ser tan valioso para algunos humanos, muchos elefantes han sido abatidos para conseguir sus colmillos. En la actualidad este comercio es ilegal, pero no ha desaparecido del todo.
Los elefantes comen raíces, hierba, fruta y corteza, y lo hacen en grandes cantidades. Un elefante adulto puede consumir hasta 135 kilogramos de comida en un solo día.
Estos voraces animales no duermen mucho, y recorren grandes distancias en busca de las enormes cantidades de comida que necesitan para sustentar sus ingentes cuerpos.
Las hembras viven en manadas familiares con sus crías, mientras que los machos suelen vagar en solitario.
Tener un bebé elefante es un compromiso muy serio. El embarazo de las elefantas dura más que el del resto de mamíferos, casi 22 meses. Las elefantas suelen dar a luz una cría cada dos o cuatro años. Al nacer, los elefantes ya pesan unos 90 kilogramos y miden un metro de alto.
Los elefantes asiáticos han sido domesticados desde hace miles de años. Estas poderosas bestias se han empleado para mover objetos pesados, como árboles caídos, para transportar a humanos e incluso para luchar en guerras.
Las orejas de los elefantes irradian calor para ayudar a refrescar a estos enormes animales, aunque a veces no es suficiente. A los elefantes les encanta el agua, y disfrutan duchándose. Para ello, absorben agua con la trompa y se la rocían encima.
La trompa del elefante en realidad es una larguísima nariz multiusos: sirve para oler, respirar, barritar, beber y agarrar cosas, especialmente las que se pueden comer. Solo en la trompa tienen unos 100.000 músculos diferentes. Los elefantes asiáticos tienen una protuberancia parecida a un dedo en el extremo de la trompa que les permite agarrar objetos pequeños. (Los elefantes africanos tienen dos.)
Los elefantes usan los colmillos para cavar en busca de raíces y agua, arrancar la corteza de los árboles e incluso luchar entre ellos. Por desgracia, su marfil les ha dado muchos problemas. Al ser tan valioso para algunos humanos, muchos elefantes han sido abatidos para conseguir sus colmillos. En la actualidad este comercio es ilegal, pero no ha desaparecido del todo.
Los elefantes comen raíces, hierba, fruta y corteza, y lo hacen en grandes cantidades. Un elefante adulto puede consumir hasta 135 kilogramos de comida en un solo día.
Estos voraces animales no duermen mucho, y recorren grandes distancias en busca de las enormes cantidades de comida que necesitan para sustentar sus ingentes cuerpos.
Las hembras viven en manadas familiares con sus crías, mientras que los machos suelen vagar en solitario.
Tener un bebé elefante es un compromiso muy serio. El embarazo de las elefantas dura más que el del resto de mamíferos, casi 22 meses. Las elefantas suelen dar a luz una cría cada dos o cuatro años. Al nacer, los elefantes ya pesan unos 90 kilogramos y miden un metro de alto.
Los elefantes asiáticos han sido domesticados desde hace miles de años. Estas poderosas bestias se han empleado para mover objetos pesados, como árboles caídos, para transportar a humanos e incluso para luchar en guerras.

Suscribirse a:
Entradas (Atom)